VAMOS A CONTAR AVES

Inauguración

Como cada año, el Festival de Aves Toh finalizó con El Maratón de las Aves Xoc Chi’ich’ y la sede de clausura fue el Pueblo Mágico de Valladolid. La decimoctava edición del maratón contó con la  participación de 9 equipos y unas 70 personas que durante 2 días recorrieron distintos puntos del estado para registrar la mayor cantidad de especies posible.

Para esta edición, Co’ox Mayab patrocinó la participación de algunos de sus guías y miembros de las cooperativas que la conforman, con el objetivo de que se involucren un poco más en la observación de aves, y, sobre todo, que disfruten del maratón.

Entre los socios de Co’ox Mayab, los guías más avanzados en observación de aves son Ismael Arellano “Ichi” y Elizabeth Can, miembros de Yucatan Jay, que lideraron equipos en esta edición del maratón. Elizabeth guio un grupo conformado únicamente por mujeres en la categoría de principiantes.  Por otra parte,  Manuel Ay Tuz (miembro de la cooperativa U Najil Ek Balam) y Eyder Pacab Cox (guía asociado) tuvimos la oportunidad de estar en la categoría avanzados o clásico, en el equipo liderado por Ismael.

Las Perlitas

La aventura comenzó en el punto de reunión en Mérida, de ahí salimos con destino a Tizimín, donde dormiríamos. Al día siguiente partimos muy temprano del hotel para dirigirnos al primer hotspot de observación, donde dimos inicio en punto de las 5 de la mañana, nuestro primer registro fue una especie nocturna, el Búho Café (Cicaba virgata) y mientras nos adentrábamos al sendero escuchábamos otras aves vocalizar, unas 10 especies fueron las que logramos registrar por audición antes del amanecer (método totalmente válido según las reglas del maratón). Con los primeros rayos del sol continuamos nuestro andar por el sendero, registrando más especies, hasta que Ichi nos pide detenernos, habíamos llegado a un punto con mucha actividad, en unos árboles de Chaká logramos observar una gran variedad de chipes, vireos, también llegaron calandrias, papamoscas, perlitas y tangaras, una de las más destacadas fue la Tangara Yucateca (Piranga roseogularis) una especie endémica de la región peninsular. Después de tremendo festín continuamos la caminata y el registro de especies, al salir del primer sitio de observación teníamos un aproximado de 60 especies en menos de 4 horas. Ahora seguía desplazarnos más al norte por las aves de la costa, pero antes tuvimos una parada rápida en un sitio de gran de interés, una laguna en la que registramos algunas especies más, entre ellas dos con cierto grado de complejidad, pues son, por lo general, más escuchadas que vistas. Sin embargo, corrimos con mucha suerte y logramos avistarlas e incluso fotografiarlas para el registro, se trata de la Polluela Canela (Laterallus ruber) y la Polluela Sora (Porzana carolina). Con tan buenos registros continuamos con las aves de la costa, tuvimos algunas garzas, charranes, gaviotas, pero nos faltaban algunas especies, así que se optó por un recorrido rápido hacía Río Lagartos por dos especies que aún no teníamos: el Colibrí Tijereta Mexicano (Doricha eliza), y una de las más icónicas, el Flamenco Americano (Phoenicopterus ruber). En nuestro trayecto hacia Las Coloradas avistamos algunas especies más, otra endémica, la Matraca Yucateca (Campyilorhynchus yucatanicus) y una rapaz, muy fotogénica, un Caracara Quebrantahuesos (Caracara cheriway). Ya casi al atardecer tuvimos el almuerzo, mientras se disfrutaba de un rico ceviche y pescado frito, se comentaba cómo iba la lista y los pormenores de un tremendo día pajarero. Observamos la puesta de sol en las lagunas rosadas y después pusimos en rumbo hacía Valladolid para descansar un poco. Al día siguiente nos esperaban algunas aves que se nos habían escapado.

El domingo nos reunimos a las 4 de la mañana para salir al punto de observación, llegamos al sitio a las 5 a.m. y comenzamos con la pajareada, iniciando escuchamos una de las aves más impresionantes, la habíamos escuchado antes, pero esta era la oportunidad de observarla, se trataba de un Tecolote Sapo (Megascops guatemalae). En un espacio abierto del sendero con mucha actividad, logramos registrar el 90% de los objetivos para el día y además salieron otras especies que no teníamos contempladas, lo interesante fue observar todos los colibríes registrados para el estado en ese sendero, claro, a excepción del endémico que tiene distribución restringida únicamente para la costa y es migratorio, el Garganta Rubí (Archilochus colubris). Una última parada antes de entregar el listado, Uayma, para registrar un par de halcones y cualquier otra especie que se apareciera.

Así, luego de 29 divertidas, apasionadas y cansadas horas de observación llegamos a la sede de clausura, el Cenote Zací, para entregar nuestro listado y esperar el veredicto final. Mientras el jurado calificador revisaba los listados, todos los equipos disfrutaron del desayuno de clausura en un ambiente de camaradería, amenizado por un grupo local de jaraneros que deleitaron al público con su baile y las típicas bombas yucatecas.

Para finalizar con el festival, se realizó la premiación de los equipos, en ambas categorías se premiaron 3 equipos, estos fueron aquellos que registraron la mayor cantidad de especies.  Nuestro equipo, los “Tytos Alba”, liderados por Ichi, obtuvo el segundo lugar en la categoría clásico o avanzado, con un total de 176 aves observadas. En la categoría principiantes, las “Perlitas Yucatecas”, el equipo liderado por Elizabeth también se adjudicó el segundo sitio, con un listado total de 156 especies. Después de una sesión fotográfica de manera grupal e individual se dio fin a las actividades del día, no sin que antes los organizadores del festival extendieran la invitación a participar en el Festival de las Aves Toh 2020, que tendrá como sede el puerto de Progreso.

Escrito por Eyder Pacab Cox.

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