“Un turismo que no toma en cuenta a la comunidad genera grandes sacrificios en el orden moral, espiritual y material en los integrantes de la comunidad en que se instala” – Laura E. Anguiano.
¿Alguna vez has visitado un sitio que ofrezca actividades en contacto con la naturaleza? ¿Has interactuado con las comunidades de una región durante tu visita? ¿Has notado diferencias entre estos y otros tipos de servicios turísticos? Tal vez ya hayas realizado turismo comunitario y/o rural sin darte cuenta.
Al pensar en el turismo rural y comunitario, podemos coincidir en que ambos se realizan en espacios alejados de grandes centros urbanos. Pero, además de ese aspecto, ¿comparten otros puntos en común? O, ¿son totalmente diferentes?
La principal característica del turismo rural es que es sus actividades se realizan, como su nombre lo dice, en entornos rurales. También tiene el objetivo de incentivar el respeto, valor y la participación activa hacia una comunidad.
Por otra parte, el requisito para que una actividad pueda ser catalogada como turismo comunitario es que los miembros de la comunidad – o grupos comunitarios- sean los responsables de la planificación, operación y gestión de los proyectos turísticos. También es concebido como una alternativa para generar ingresos complementarios a las actividades económicas cotidianas de los habitantes de una comunidad; en armonía con los recursos naturales y culturales.
Igualmente, el turismo comunitario se centra a las condiciones de vida de la población, teniendo como fin último la mejora de su calidad de vida. También toma en cuenta el cuidado de los recursos, por ejemplo, con la reducción del tiempo de aseado debido a la escasa cantidad de agua en las comunidades.
Otro dato que diferencia al turismo comunitario de las demás modalidades efectuadas en este sector, radica en los ingresos y su distribución. Esto se refiere a que las utilidades generadas por medio de las actividades turísticas se dirigen e invierten en planes, programas o capacitaciones para la misma comunidad.
Las actividades turísticas comunitarias son parte de un proyecto gestionado localmente que busca la prosperidad en las condiciones de vida, desde el lado económico y social, con un fin más solidario.
¿Has pensado en qué tipo de establecimientos turísticos eres cliente? Aún cuándo las actividades son en conjunto con los habitantes de la comunidad, y haya un intercambio cultural, gran parte de estas organizaciones no trabajan se centran en el beneficio en la población, y por consiguiente, los miembros de las “cooperativas” o centros turísticos no son retribuidos de manera adecuada.
Para dejarlo más claro, las actividades de turismo comunitario pueden ser también de turismo rural, pero las actividades rurales no necesariamente son de turismo comunitario. Para esto la comunidad u organizaciones locales tienen que ser las que gestionen y operen los proyectos turísticos.
Un punto en común de ambos tipos de turismo es que los viajeros que los realizan, son más empáticos y tienen prácticas más sensibles con las condiciones de los entornos rurales. No se limitan a querer conocer diferentes culturas por su peculiaridad o “exotismo”, si no que genuinamente les gusta interesa aprender sobre ellas y tener un acercamiento real con los habitantes locales.
Actualmente, debido a la pandemia, se espera que exista un mayor interés por estos tipos de turismo. Cuando te animes a realizarlos, ten en cuenta las prácticas de los operadores turísticos, para asegurarte que realmente beneficien a la comunidad que soporta las cargas producidas por el turismo, y que así tu viaje sea realmente responsable.
Esperamos que esta información te haya ayudado a entender un poco más sobre estos tipos de turismo. Solo te queda decidir qué tipo de turismo quieres realizar para tus próximas vacaciones.
¡Te esperamos pronto! Descubre nuestros viajes aquí.
Escrito por: Karime Reyes Chin.
Editado por: Jan Martín Müller.