Por Mauricio Vázquez Herrera
Los días 30 y 31 de agosto de 2022, bajo la coordinación del equipo Co’ox Mayab, se llevaron a cabo dos actividades de las palabras expertas del Dr. Ernest Cañada Mullor y, Carla Izcara Conde de la organización Alba Sud y el Dr. Gustavo Marin Guardado, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, CIESAS Peninsular quienes conducen hacia una reflexión sobre el turismo en general y los contextos que vivimos actualmente: el capitalismo y la post-pandemia.
Durante estos eventos, se nos invita a pensar qué hay más allá del turismo, proponiendo caminos hacia metas que puedan parecer utópicas, pero que se ven esfuerzos reales para conseguirlas, siendo uno el Turismo Comunitario, que responde a propuestas planteadas por gente con experiencia y cercanía con los contextos de los seres humanos que están al frente de la industria turística.
El turismo pero ¿fuera del capitalismo?
El seminario fue realizado el 30 de agosto en espacio presencial en la Ex Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma De Yucatán (UADY), y transmitido por Facebook a través de la página del Seminario Permanente Turismo, Globalización y sociedades locales. A cargo de Ernest Cañada, nos enfrenta a la realidad que vive el turismo de masas: caracterizado por ser un mecanismo de producción de capital que genera violencias desde el marco capitalista y éste siendo considerado muchas veces como el único existente, pareciendo más factible concebir el fin del mundo que el fin del capitalismo.
Pero esto no debe ser así, explica el Dr. Cañada, pues:
“no hay práctica social que no pueda pensarse fuera del capitalismo”.
De esta manera se propone que el turismo no debe limitarse a ser un mecanismo de explotación. Asumirlo como tal lleva al desconocimiento de dinámicas sociales dentro de las actividades turísticas y a la desesperanza a la hora de plantear soluciones.
La propuesta para construir un turismo fuera de la lógica del capital y consta de 3 aspectos:
Construir un programa turístico que esté basado en las propuestas de la izquierda, las alternativas comunitarias y en la legislación.
Acompañar las luchas de las grandes mayorías dentro del turismo.
Reconocer las alternativas existentes como de importancia para el cambio pero que han sido creadas en lógicas fuera del capitalismo.
Este acompañamiento resulta vital para la construcción de un turismo que no explote al trabajador y que en verdad sea provechoso para la comunidad, aspectos que siempre son pasados por alto en la industria turística capitalista.
Múltiples participaciones tanto del público presencial como del conectado por Facebook siguieron a la ponencia principal, donde se abordaron aún más cuestionamientos y ejemplos concretos con acciones que se están llevando a cabo actualmente.
Después de la pandemia ¿qué hacemos?
El foro llevado a cabo el 31 de agosto en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY, nutrido de estudiantes y docentes de la facultad, continúa la discusión del día anterior, sumando un nuevo enfoque y la presentación de importantes datos sobre el funcionamiento de la industria turística.
Partiendo del contexto peninsular en el actual gobierno con megaproyectos como el Tren Maya, pero también considerando fenómenos a nivel global como la catástrofe ambiental, el foro se cimentó fuertemente en la realidad que mucha gente vive dentro y fuera del turismo.
El turismo masivo ha sido marcado por tener un esqueleto que lo mantiene en funcionamiento que es la clase trabajadora, una clase donde la precariedad laboral es su mayor característica. Esta se caracteriza por:
Inestabilidad e incertidumbre en la duración, contratación y cuando se trabaja (trabajo por horas y no por contratos, contrataciones intermitentes)
Falta de protección laboral (seguro social, equipo de seguridad, la no existencia de contratos claros)
Salarios bajos y/o inciertos
Degradación de las condiciones de trabajo que pone a la gente en riesgo (como largas jornadas laborales, trabajo físico y mental intenso, falta de descansos, falta de equipo de seguridad)
Débil capacidad de negociación, individual o colectiva, de condiciones laborales (sindicatos inexistentes o frágiles, poca comunicación con superiores)
La precariedad no es simple casualidad y el Dr. Cañada se dio a la tarea de explicar la razón de estas condiciones para la clase trabajadora apuntando a:
El funcionamiento fundamental de la industria turística. Factores como las fluctuaciones entre temporada alta y temporada baja y que el turismo se aprovecha de algo inherentemente ajeno (territorio, instalaciones, monumentos, personas)
Las recientes transformaciones en el sector. Como el giro hacia el capitalismo de plataforma que abarca las mecánicas de turismo de Airbnb, situaciones laborales de los trabajadores de Uber, DiDi y otros servicios de riders; además de situaciones como la reciente pandemia y la mirada hacia el llamado turismo ecológico.
La desigual configuración de poder político. Donde las grandes empresas turísticas gozan de facilidades políticas de acceso al territorio mientras que los trabajadores se ven desamparados por la ineficiencia de las políticas de regulación del trabajo. Las múltiples campañas de financiación del sector turístico por parte del gobierno mexicano y su apuesta por la masificación del turismo.
Además que se apuntaron a los efectos que estas condiciones de precariedad tienen sobre las personas trabajadoras del sector entre las que destacan: altos grados de estrés, deterioro de las condiciones de vida de las personas, cargas físicas elevadas que afectan la salud del trabajador, una mayor probabilidad de sufrir accidentes y la dependencia a medicamentos para aguantar las condiciones laborales.
Posteriormente se dio paso a un espacio de participación del público quienes dieron a conocer testimonios y experiencias ante la precariedad laboral en Yucatán, sumando fuerza a las palabras del doctor.