Cuando uno somos varios

Rostros y voces del turismo comunitario en la península de Yucatán

Un libro que da la palabra a los principales actores de Turismo comunitario en la Península de Yucatán.

En 2022, la Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario publica un libro titulado Cuando uno somos varios – Rostros y voces del turismo comunitario en la península de Yucatán, escrito por Ana García de Fuentes, Tlacaelel Rivera-Núñez, Samuel Jouault, Alejandro Montañez Giustinianovic, Manuel Lemas Valencia, Abraham Puebla Castro, Rossana Rivero Gómez, Manuel Xool Koh, Zendy Celeste Euán Chan y Paulina Pérez Rodríguez.

Con el presente libro, la Alianza intenta responder a la siguiente problemática: “¿Cómo podemos unir a mujeres y hombres hacia una intención conjunta para cuidar el medio ambiente y generar beneficios en las comunidades locales?”

Esta obra recopila las 24 empresas sociales que forman parte de la alianza y les da la posibilidad, mediante la voz de los propios socios de las empresas sociales, de descubrir la historia de cada una y los servicios turísticos que les puede ofrecer.

La Alianza Peninsular Para el Turismo Comunitario

“Viaja seguro y solidario, viaja turismo comunitario”

Tal es el lema de la Alianza Peninsular Para el Turismo Comunitario (APTC).

La alianza se inició en 2016 y está compuesta de tres organizaciones sociales en la Península de Yucatán: el Consejo de turismo rural de Campeche que cuenta con 7 empresas sociales en el mismo estado, Co’ox Mayab en el estado de Yucatán constituida de 9 empresas sociales y la organización Caminos Sagrados que integra a 8 en Quintana Roo.

Busca fortalecer el turismo en comunidades rurales gracias a una organización colectiva y horizontal, en la cual se toman decisiones de manera consensuada con las empresas sociales a través de asambleas.

Las organizaciones de base comunitaria colaboran de forma voluntaria promoviendo un turismo comunitario que sea de bajo impacto sobre la biodiversidad. Con este fin, la APTC organiza talleres que siguen varios enfoques que son la promoción, capacitación, certificación e incidencia en políticas públicas.

¿Qué es el turismo comunitario?

El turismo comunitario es un modelo de turismo que se desarrolla en regiones rurales o indígenas en las cuales viven comunidades locales. Ellas mismas son las responsables de la planificación, operación y gestión de los proyectos turísticos; así como de la distribución equitativa de los beneficios derivados de la actividad turística.

La meta de este tipo de turismo es la mejora de las condiciones de vida de esa población local y la preservación y revalorización de sus recursos naturales y culturales. Fomenta también la capacitación y profesionalización de servicios siempre de manera horizontal y solidaria. Del mismo modo se toman las decisiones, colectivamente.

Para esas comunidades, el turismo comunitario es una actividad complementaria a las actividades económicas que ya tienen como la agricultura, la pesca, es decir que no dependen exclusivamente del turismo.

Si bien esta es la definición de la organización y de la academia es interesante ver cómo definen la actividad los mismos socios de la alianza peninsular.

En palabras de los socios

“el turismo comunitario, es un tipo de turismo de la misma comunidad, somos gente que vivimos en los mismos destinos y como dueños de los mismos destinos somos en parte vigilantes y cuidamos el entorno donde están nuestros proyectos, […] es un tipo de turismo muy auténtico, que viene enraizado en cultura, en cuidado de la naturaleza, conservación y mucha sustentabilidad.”

Sergio Leonel Lizama Góngora, guía de naturaleza para Wotoch Aayin

“para nosotros el turismo comunitario es cómo puedes ayudar a tu comunidad […], tienes que hacer una derrama económica hacia la comunidad, comprándoles sus productos, el circulante que se quede ahí y ver la forma de cómo trabajar con los niños y los jóvenes”

Fernando Sastre Méndez, socio de la cooperativa Campamento Yaax’ché

Los motivos de creación de las empresas sociales

En el libro, se mencionan los diferentes motivos por los cuales se crearon las organizaciones de base comunitaria y nos damos cuenta de que no todas han sido llevadas a cabo por las mismas motivaciones. Efectivamente, mientras suele ser voluntad de la propia comunidad, ocurre también que la demanda venga directamente de los turistas, quienes, atraídos por los recursos naturales que ofrece el entorno de la comunidad, preguntan por hospedaje o servicios.

No obstante, mayormente son las comunidades las que empiezan a poner en marcha la actividad turística antes de cualquier demanda de turistas. Unas lo hacen para tener otra actividad económica y así, no depender de solamente una. Les permite tener otra fuente de ingresos durante las temporadas bajas de pesca por ejemplo y para reducirla también, con el fin de preservar el medio ambiente.

Es así como nació la sociedad cooperativa San Felipe y Naturaleza, buscando una alternativa a la pesca.

El turismo también se puede desarrollar por iniciativa de las mujeres de la comunidad que quieren ingresar más dinero en casa.

Asimismo, en algunas comunidades, el deseo de no migrar a ciudades como Cancún, Mérida o incluso a otro país como los Estados Unidos para encontrar trabajo ha sido el factor detonante para el inicio de una actividad turística. Crean también estos lugares turísticos para que los jóvenes se queden en la comunidad, y que no se vayan a trabajar en Cancún por ejemplo y regresen con malos hábitos como la droga, el alcohol.

Es de notar además que eso permite transmitirles conocimientos de la cultura, de la artesanía y del medio ambiente que les rodea. Favorece la sobrevivencia de saberes ancestrales como la fabricación de utensilios en la empresa social Pujulá en Kaua o conocimientos sobre la medicina tradicional.

Proteger su medio ambiente: un reto al centro de las comunidades 

Una de las características del turismo comunitario que también está subrayada en el libro es esa voluntad por parte de los habitantes de las comunidades de conservar y proteger el medio ambiente en el cual viven.

A modo de ejemplo, podemos hablar de la empresa social Wotoch Aayin en Isla Arena, la cual se puso en marcha al principio para la conservación del cocodrilo moreletii, en peligro de extinción en esa época y que, paulatinamente, desarrolló ofertas turísticas.

Asimismo, también se menciona cómo se iniciaron fajinas (forma de trabajo propia de la ruralidad, que se caracteriza por ser voluntario a manera de aportación) en algunas comunidades para limpiar cenotes con el objetivo de revitalizar su uso o emprender un proyecto turístico. Siendo un claro ejemplo de cómo la actividad turística puede promover la revalorización de los espacios naturales y por consiguiente su cuidado.

Descubre lo que te pueden ofrecer

Después de haber entendido los diferentes motivos para la creación de esas empresas sociales, el libro retoma todos los servicios turísticos que les pueden ofrecer en cada organización. Así podrán ver en cual se propone hospedaje, comida, y qué tipo de actividades se pueden realizar en cada lugar.

Estas dependen de los paisajes y de la fauna y flora que se puede encontrar allí. Tendrán la oportunidad, según la oferta, de nadar en un cenote, observar las aves y reptiles con guías certificados, aprovechar las bonitas playas o experimentar un turismo más deportivo con paseos en kayak y haciendo rappel en un cenote.

Esas 24 organizaciones tienen mucho por proponer ya que gozan de paisajes únicos y variados: costa, manglares, paisajes milperos, forestales y entornos rurales de las ciudades; igual como de una fauna y flora diversa. Se pueden observar reptiles como cocodrilos y serpientes, aves entre las cuales varias son endémicas, fauna marina como delfines, tortugas…

Además, disfrutan de recursos culturales. Podrán ustedes descubrir en las comunidades sus artesanías, su cotidiano, los sitios arqueológicos que están cerca, participar en talleres de pintura con tintes naturales o de confección de las guayaberas en la cooperativa Yaax Tekit.

¡No dudes en ir! Te van a acoger con “los brazos abiertos”

Para las comunidades, es primordial que estén contentos de su experiencia y del momento que han pasado con ustedes. Les acogerán con “los brazos abiertos”. Les gusta compartir, intercambiar con los visitantes para aprender de ellos y que ustedes también aprendan de las comunidades anfitrionas, que conozcan realmente lo que es la cultura maya.


En definitiva, el objetivo del libro es mostrar a todos que es posible sumarnos todos para lograr que el turismo comunitario sea el común denominador del bienestar de las comunidades.

De hecho, formar parte de la alianza sirve a esas organizaciones para lograr certificaciones que ahora son importantes en el ámbito turístico. Les ayuda también a tener incidencia en la política, para que las tomas de decisiones se adapten a su forma de trabajo, que las autoridades los escuchen y valoren lo que hacen. Les sirve incluso para impulsar la difusión y las ventas.

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